La Peña de Alájar, preside el término municipal de Alájar. Fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) el 30 de julio de 1982 declarada por RD. 2336/1982, ratificada y modificada para incorporar su entorno de protección el 27 de noviembre de 2007 por el Decreto 282/2007. 

La belleza del paisaje, la abundancia de agua y la ubicación, cerca de zonas metalúrgicas, hizo de la Peña un lugar clave de ocupación antes de la Edad Moderna, desde tiempos prehistóricos hasta la Edad Media, confluyendo estos factores en un yacimiento único para el conocimiento de la historia  y la  cultura de la provincia de Huelva. Los numerosos restos arqueológicos, como útiles cerámicos, hachas votivas o colmillos de animales, son de gran importancia para el estudio de una época poco documentada en la historia serrana y provincial.

Este macizo calcáreo de importantes valores naturales y paisajísticos comparte asentamientos del Calcolítico (probablemente, en relación con yacimientos cercanos como la Cueva de la Mora, en Jabugo, también del Neolítico), de la Edad del Bronce, de época romana, ibero-púnica y musulmana. Restos de la más remota presencia humana, edad del Bronce, se han hallado en las cuevas de La Peña, aunque los pocos estudios realizados hasta el momento apuntan a asentamientos anteriores (Neolítico). De la época romana está atestiguada la existencia de una villa en el sitio Llanos de Orullos, En el siglo V parece que San Víctor, que vivió en las cuevas de la Peña de Arias Montano y Cuevas de Alájar, y hay bastante acuerdo en la presencia constante de eremitas y anacoretas, atraídos por la belleza de los parajes de esta sierra. 

La leyenda de este territorio se hace realidad en la época musulmana, que le bautiza con el nombre de Alájar, “la piedra”, por La Peña. De esta época es el casco urbano más antiguo, típico trazado árabe de callejuelas estrechas y reviradas. En la reconquista, Alájar fue tierra de frontera y litigio entre las coronas de Castilla y Portugal, interviniendo en su toma la orden militar de Santiago, quien la obtuvo como lugar de señorío. La consolidación de Alájar se realiza en el siglo XVIII. En el año 1702 Alájar se independiza de Aracena. La economía rural se diversificó con un sustancioso incremento de la actividad ganadera y la presencia de comerciantes que eran necesarios "por no producir la tierra para mantener a tanta gente".

Este complejo monumento natural constituye un conjunto hidrogeológico de especial interés, paisaje protegido, y lugar de especial importancia como santuario religioso y centro de peregrinación.

La Peña de Arias Montano y Cuevas de Alájar es un lugar formado por una enorme masa de roca caliza que culmina en una especie de meseta (a 746 m de altitud) sobre el valle donde se asienta la población de Alájar. En las entrañas de la Peña, el agua ha ido formando un conjunto de cavidades revestidas de estalactitas y estalagmitas, de lagos y de rocas con las formas más dispares colonizadas por hepáticas, musgos y líquenes que dan los característicos tonos de sus paredes. Cuevas como El Palacio Oscuro, La Fuente, La Sillita del Rey o El Salón de los Machos testimonian la hermosura subterránea del lugar.

En 1553 llega a la Peña el teólogo y humanista Benito Arias Montano. Una vez obtenido el patronato sobre la ermita la reedificó, construyendo casa y estudio con vides, huerta de frutales y paseo con parras y árboles de diverso género. En los alrededores de la ermita descubrió y acondicionó un antiguo manantial, "la Fuente de la Peña", levantó un cenador y ordenó todo el conjunto ampliando y adornando el camino de acceso con una frondosa alameda y los alrededores con huertas y viñas, siguiendo el ejemplo de las villas rústicas y de los jardines manieristas italianos. Él intentó recrear en la Peña la visión que los artistas flamencos tenían del retiro de San Jerónimo, figura muy seguida en la Europa del siglo XVI.La figura de Arias Montano, teólogo preceptor de Felipe II y miembro honorable de la corte y vinculado al Escorial, está ligada a la Peña hasta el punto de haber asignado su nombre. 

La Peña se constituirá como un centro de culto mariano de primer orden con la devoción a Nuestra Señora Reina de los Ángeles, fundándose en 1528 una hermandad que celebraba la romería. En la Peña de Arias Montano y Cuevas de Alájar, cada 8 de septiembre, se celebra la romería de la Reina de los Ángeles. La devoción a esta imagen se extiende por toda la comarca, además de por la provincia de Huelva, Sevilla, Badajoz y Portugal. Una de las peculiaridades de esta romería es el mercado artesanal, que según un documento del año 1807, ya se reunían comerciantes, de los que cien procedían de distintos puntos de la provincia.

 

 

La Peña de Alájar con más de 8000 años de antiguedad es el balcón natural de la Sierra de Huelva. En este estrategico risco existen 41 cuevas y abrigos naturales que no pasaron desapercibidos a los primeros pobladores del lugar, los cuales utilizaron este espacio como lugar de habitat y enterramiento.

Desde la prehistoria hasta nuestros días la Peña ha sido un lugar de referencia asociado a mitos y religiosidad. En su meseta aloja el santuario de Nta Sra. de los Ángeles patrona de Alájar y de toda la Sierra de Huelva.

Un verdadero monumento natural el cual es zona reconocida como patrimonio cultural y natural tanto nacional como internacionalmente. Por favor, ayuden a su conservación y mantenimiento. Disfruten de su visita y cuiden su paso por el lugar.


 

Para más información:

Teléfono: 959 12 57 10 

Email:  secretaria@alajar.es 


 

CONOCE ALÁJAR