Bienvenidos a Alájar

La Villa de Alájar (Huelva), junto a la Peña de Arias Montano conforma un Bien de Interés Cultural. Se encuentra entre alcornoques, castaños, encinas, chopos y sauces. La belleza del paisaje, la abundancia de agua y la ubicación, cerca de zonas metalúrgicas, hizo del entorno un lugar clave de ocupación antes de la Edad Moderna, desde tiempos prehistóricos hasta la Edad Media. Así, Alájar y la Peña de Arias Montano se han convertido en un yacimiento único para el conocimiento de la historia y la cultura de la provincia de Huelva. Los numerosos restos arqueológicos, como útiles cerámicos, instrumentos de piedra, restos óseos o colmillos de animales son de gran importancia para el estudio de una época poco documentada en la historia serrana y provincial. Asentamientos del Calcolítico, de la Edad del Bronce, de época romana, ibero-púnica, musulmana y tardomedieval comparten un enclave con importantes valores naturales y paisajísticos.

Alájar, de terminología árabe, indica el importante legado que la cultura musulmana ha otorgado al municipio: pequeñas callejuelas de blanca cal que se tejen a la piedra de las calles, pequeñas puertas y ventanas entrelazadas protegidas por la rojiza teja vana. Ritmo urbanístico que rompe su monotonía con la fachada de Aníbal González, el arquitecto de la Plaza de España de Sevilla. Olores y sabores de herencia árabe que nos invita a entender el modo de vida de la sierra antaño. Caminos y senderos de verdes vivos se abren paso a huertas y riveras que crean paisajes únicos.

En los valores naturales de la Peña imprimiría sus aspiraciones e intereses un sabio que será clave para el humanismo serrano del siglo XVI, la corte de Felipe II y las relaciones internacionales de la corona española. No es baladí, por lo tanto, el hecho de que el paso del tiempo dejara plasmado el vínculo indeleble entre la Peña y la figura de Benito Arias Montano. Este nombre irá asociado también al desarrollo intelectual de la Sierra de Huelva, a la cual atrajo a importantes personajes coetáneos como Francisco de Arce, Pedro de Valencia o Fray José de Sigüenza.

En este espacio, que Arias Montano por ningún otro lo trocaría, dejaría dos hitos históricos, uno a nivel nacional, otro autonómico. En primer lugar, se llevaría a cabo la primera expedición arqueológica y espeleológica datada en España, en 1578, un siglo antes que la documentada en la sima de la Cabra de Córdoba (1683), considerada hasta el momento la primera; En una carta transcrita por Fray José de Sigüenza y conservada en el Archivo General de Simancas, Arias Montano narra una de sus expediciones, donde hace referencia a elementos que aún cuatro siglos después las cavidades de la Peña siguen conservando: curiosos objetos de barro cocido, piedra y trozos de marfil. En segundo lugar, se erigiría el Primer Museo de Andalucía, un espacio en el que el coleccionismo propio del Renacimiento tomaría nombre propio con los intereses y curiosidades de Arias Montano.