Rafael Montesinos Martínez (Sevilla, 1920- Madrid, 2005). Poeta
“Si es verdad que nuestra verdadera infancia es nuestra patria, Alájar es para mí la patria del verano”
Vinculado a Alájar por los veraneos que vive allí durante su infancia, su familia se traslada a Madrid en 1941, donde desde 1952 dirige la Tertulia Literaria Hispanoamericana hasta muy pocos días antes de morir en marzo de 2005. A pesar de la denominación de "tertulia" es, por lo general, un poeta el encargado de ofrecer una lectura de su obra. Cabe destacar, que desde sus origenes y a lo largo de su evolución bajo el patrocinio de distintas instituciones tanto del Régimen anterior como de la Democracia, Rafael Montesinos supo dotarla de un caracter independiente desde el punto de vista estético, literario y político, sin otra orientación que la sola exigencia de calidad literaria, más allá de tendencias, reconocimientos o modas literarias. Este "espíritu" de Rafael Montesinos ha convertido la Tertulia Literaria Hispanoamericana en un lugar de referencia para la Historia de la poesía en lengua española de la segunda mitad del siglo XX.
Como poeta, su poesía es clara, directa, difícilmente sencilla, enraizada en los más hondo del alma andaluza. Publica unos nueve libros de poesía además de varias antologías. En 1952 también publica su libro en prosa Los años irreparables, primero censurado, y ya en 1981 en versión completa, poniendo de relieve que Rafael Montesinos es un poeta y prosista necesario e imprescindible para las nuevas generaciones de lectores.
En 1977 escribe Bécquer, biografía e imagen, considerado el mejor ensayo, mejor documentado y más hermoso que se haya publicado sobre el poeta romántico, y con el que obtuvo el Premio Nacional de Ensayo de dicho año. Cuaderno de Alájar aparece en 1988, con motivo de la dedicación de una calle en su memoria. Allí recoge, además del discurso de agradecimiento, varios textos y fotografías de sus veranos vividos en Alájar.
Fue presidente del Instituto Cultural Andaluz, fundador y director del Aula de Fotografía de Madrid, del Cineclub 8 y del Aula de Cinematografía Vocacional.
¿Inventaría yo Alájar, con sus calles, con su torre, con su Peña y con su plaza?
Ay tiempos que yo viví. cuando mi tiempo se acaba Alájar me inventa a mí.
Miguel Moya Alonso (Alájar 1911 - Castilleja de la Cuesta 1998), Escritor y poeta
Escritor, poeta, serrano y caballista, nació en Alájar el 28 de marzo de 1911. Su vida estuvo invadida por estas tremendas palabras: tierra y vida, cielo y sembrado , árboles y vino. “Es de brazada fuerte y corazonada limpia”, escribía Pepe de las Cuevas en el prólogo de “Nube y Álamo”. “Y así es Miguel Moya: fuerte, puro, ancho, rebosante de la vitalidad de esa tierra suya, donde el castañar y los riscos cierran y perfilan, como un mundo geológico y secreto, el corazón de cielo y piedra de la grande generosidad y las ideas sencillas y espontaneas. Miguel Moya, poeta de Alájar, ha conjugado -¡y era bien difícil el prodigio! – la tierra con toda su tentación, y la vida, con toda su arboladura de liberación moral. “ ( De la revista “CAUCES, 1952)”.
Pasó su infancia entre Alájar y Linares de la Sierra, en cuya escuela rural empezó su formación. De allí pasó a los Salesianos de Utrera (Sevilla). Después cursó estudios de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, donde asistió a las clases de literatura del poeta Jorge Guillén, y luego en la de Murcia, y siempre volviendo al campo, una y otra vez. Estimó a Sevilla como su otra patria chica, debido al hecho de, como él decía,” estar mi infancia unida a Sevilla, a la Giralda, a Triana, a su río, a la luz del parque de MaríaLuisa ..”
Colaboró en las revistas CAUCES, VERBO e INTIMIDAD POÉTICA, entre otras, en los años 40 y 50 . Participó con un poema en la “Corona Poética Cervantina”, con ocasión del centenario de Cervantes.
“Fray Luis, Santa Teresa y Góngora, entre los clásicos, y Machado, Juan Ramón, Lorca, Alberti y Villalón, entre los nuevos, suman mi mundo inspirador”.
Amigo de poetas y artistas de la época, participó en tertulias sevillanas como "El Barartillo” y las del estudio de su gran amigo y escultor sevillano Antonio Illanes. Publicó: "Canciones Serranas", "Nube y Álamo", "Romances Barrocos", "Desde la Silla Vaquera" y "Canción del Romero", su última obra, dedicada a la Reina de los Ángeles, siempre presente en su vida. Y dejó inconclusos "Motivos Líricos", "Elegía", "Recuerdos" (prosa) y " El Puñalde Soledad Heredia" ( poema gitano en dos actos y un prólogo). Murió en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), el 10 de enero de 1998
Manuel José López Díaz (Sevilla 1952 - Sevilla 1996). Pintor
Pintor. Nace en Sevilla, el 9 de octubre de 1952. Hasta los 10 años reside en Alájar, y en 1962 se traslada a Aracena para realizar, interno, sus estudios primarios, hecho que configura su marcado carácter independiente y solitario. Posteriormente realiza estudios de bachillerato en el Instituto Superior San Blas de la misma ciudad, y en 1974 es becado para realizar estudios de Bellas Artes en la Universidad de Santa Isabel de Hungría, en Sevilla.
Periodo sevillano. Si bien reside en Sevilla, período en que conoce a Matilde, quien lo ayuda a remontar difíciles pruebas, Manuel no se desvincula por completo de la Sierra de Aracena. En 1975 obtiene el primer premio en la exposición organizada por el ayuntamiento de Aracena, anticipo de su "investigación criptográfica" (esencialmente, lo más característico de su obra en la definición de su propio estilo innovador) que bien merece una valoración profunda y estudio concienzudo de su producción.
Vuelta a las raíces de la tierra de origen. Retiros a la Ermita de San Bartolomé.Tras la muerte de su padre, Manuel regresa a la sierra, a su tierra de origen, Alájar. De esta época son sus continuos retiros a “San Bartolomé”, ermita que se encuentra a 7 kms. del pueblo. Allí pasa Manuel retiros prolongados, aislado del mundanal ruido, junto a la encina milenaria, testigo de sus soledades hondas, en una producción pictórica oscura y desgarrada… Búsqueda insondable del Alma del artista, más allá de los secretos de la vida y de la muerte.
Retiro a la Peña de Arias Montano. A partir de 1990 Manuel se retira a la Peña de Arias Montano, junto a la ermita de la Reina de los Ángeles. Período fecundo en el que conoce a Consuelo, quien proyecta el impulso artístico de su obra hasta la hora de su muerte… En 1993, 1994 y 1995, su obra es valorada y seleccionada en los certámenes I; II; y III Nacionales de Pintura “Ciudad de Dos Hermanas”, participando, además, en sus tres exposiciones colectivas. En 1992 y1994 realiza exposiciones individuales organizadas por el Ayuntamiento de Alájar. En 1993 realiza una exposición individual “criptográfica” en Aracena. En 1995 realiza exposiciones organizadas por el Ayuntamiento de Fuenteheridos –individual y colectiva-. Participa, además, en exposiciones colectivas en 1993, 1994, 1995 y 1996 en “I; II; III y IV Encuentros de Artistas de la Sierra de Aracena”.
Periodo criptográfico. Instalado en la Peña de Arias Montano desde 1990, durante los dos primeros, Manuel intensifica su producción no figurativa. Con una composición mixta, mezcla de ácidos nítricos y pigmentos elaborados como fruto de su investigación, Manuel logra, a través de esa técnica, innovadora, a la que bautiza con el nombre de ”criptografías”, vaciarse desde dentro, desde lo más hondo de su Ser, en cada obra.. “En sus criptografías hay un grito silencioso, oculto, desafiante, que reta al destino cuando éste abre sus fauces y nos devora la esperanza. Ellas nos revelan el sentido de las sombras, más fuertes cuanto más grande es la luz” (C. Rojas).
Periodo paisajístico alajareño. Desde la ventana de su estudio, su mirada escudriñadora, otea el paisaje alajareño: sus calles, sus plazas, sus azoteas. Más allá de las bellas lejanías, las sierras del Caracol y la Solana, le devuelven la visión adiestrada hacia las mágicas cercanías de su Peña del Alma: la ermita de la Reina de los Ängeles, el Arco de la Peña, la Fontana… Paisajes “pacificadores” que reconcilian el Alma del artista con la vida…Soberbios amaneceres y puestas de Sol que Manuel reproduce al óleo sobre la Espadaña, mientras aguarda la campanada esperada...
Peridodo acuarelístico de las aldeas. Tras la muerte de su madre (1993) el pintor refleja la soledad de la vida través de la técnica de la acuarela, realizada con dedicación microscópica… Allí concreta sus paisajes preferidos: la aldea de Los Madroñeros, La iglesia de la Trinidad, en el Calabacino, que invita a la contemplación y descanso en suaves remansos de paz… El Cabezuelo, cada rincón o perfil de sus calles y caminos solitarios…
Muere el 1 de marzo de 1996 en la ciudad de Sevilla. A su lado, su hermana Evelia y Consuelo, quienes compartieron los mejores y peores momentos de sus últimos años.
Miguel Pizarro Zambrano (Alájar 1897 - Nueva York 1956). Poeta
Poeta, nació en Alájar, en 1897, pero, siendo niño, su familia se estableció en Granada donde estudió FilosofÍa y Letras, licenciándose el año 1917. Como estudiante, destacaba Miguel Pizarro por su facilidad para los idiomas, siendo premiado en griego, latÍn, árabe y hebreo.
Fue Íntimo amigo de Federico y Francisco GarcÍa Lorca con los que formó parte de la tertulia del Rinconcillo, de la plaza del Campillo. Federico GarcÍa Lorca le dedicó la sección titulada "Andaluza" de su libro Canciones. Era primo de MarÍa Zambrano, la filósofa malagueña discÍpula de Ortega y Gasset, con la que tuvo una relación amorosa que no cuajó.
En el año 1915 fundó con otros amigos la revista Granada. Marchó a Madrid donde hizo amistad con Jorge Guillén y Pedro Salinas, trabajó en el Centro de Investigaciones Históricas y colaboró en La Estafeta y en El Sol, periódico que en 1921 lo envió a Japón como corresponsal. En Japón fue lector de español en Osaka, donde sobrevivió al terremoto de 1927, y en Kobe, donde permaneció hasta 1934. Durante su estancia en el paÍs nipón, Miguel Pizarro aprendió su idioma y estudió a fondo su arte y su literatura que dejarÍan una marcada influencia en su formación cultural y repercutirÍan muchos años después en la estilÍtica de su obra literaria.
De vuelta de Japón en el Transiberiano, fue asaltado por bandoleros manchúes pero consiguió salvar su vida. En 1934, se instala como diplomático en RumanÍa y trabaja de profesor de español en la Universidad de Bucarest. De regreso en Barcelona, le sorprende el inicio de la Guerra Civil, pero Fernando de los RÍos lo nombra cónsul y lo envÍa a San Francisco donde recauda fondos para la causa republicana. Trasladado a Washington, se encargó de depositar temporalmente el Guernica de Picasso para preservar su conservación. En la capital norteamericana, Miguel Pizarro fue primer secretario de la embajada de la República Española con Fernando de los RÍos. En enero de 1938 regresó a España, y el final de la Guerra Civil le pilló en Figueras desde donde huyó, a través del Ampurdán, a Francia, perdiendo en el camino una maleta con escritos y documentos. Exiliado en Estados Unidos, trabajó como profesor en el Brooklyn College y en la New School for Social Research, en Nueva York, desde 1941 hasta unos dÍas antes de su muerte. AllÍ se relacionó con Juan Larrea, José Manuel Blecua, la familia de GarcÍa Lorca y reanudó su amistad con Jorge Guillén y Pedro Salinas. Miguel Pizarro murió en Brooklyn, barrio popular de Nueva York, el año 1956.
Federico GarcÍa Lorca definió a Miguel Pizarro como flecha sin blanco, resumen poético que presenta la imagen de una vida azarosa y nómada. En la dedicatoria de un ejemplar de Impresiones y paisajes, Federico GarcÍa Lorca dice: "Miguel Pizarro, enorme sensual, exquisito enamorado, espÍritu que tiembla ante los cuatro vientos del espÍritu, que tiene un alma inquieta plena de apasinamientos constantes que se apagan y se encienden como luces nocturnas perdidas en una vega de ensueños."
Hasta la fecha, las obras de Miguel Pizarro han tenido las siguientes ediciones: Versos de Ediciones Meridiano, Málaga, 1961, con prólogo de Jorge Guillén; y PoesÍa y teatro, Publicaciones de la Diputación de Granada del año 2000, con una introducción de Águeda Pizarro y prólogo de Jorge Guillén. La edición granadina contiene a la malagueña y agrega una introducción de la hija del autor, Águeda Pizarro, y la obra teatral Auto de los despatriados, del que se habÍa hecho una publicación restringida en Ediciones Embalaje del Museo Royo de Colombia. Recientemente, la Asociación Literaria Huebra ha publicado PoesÍa reunida.
Antonio Milla Jiménez (Sevilla 1924 - Sevilla 2015) Pintor
Su primera enseñanza transcurre en el colegio Reina Victoria, de Triana. El bachillerato lo cursa en el instituto San Isidro y luego ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, donde tiene como profesores a D. José Recio del Rivero y D. Elías Ferrer, que descubren en él las posibilidades que luego desarrollaría. Posteriormente se inscribe en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría ( hoy Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla ) obteniendo en 1949 el título de profesor de Dibujo.
En 1951, los ocho alumnos que componían aquel curso organizan la aventura de exponer en el Club Rábida de Sevilla, bajo la denominación de Grupo 49, poniendo la primera piedra de una serie de movimientos que transformarían el arte sevillano hasta nuestros días.
Es miembro fundador junto con otros artistas, escultores y poetas, del grupo La Camilla Guadalquivireña y más tarde La Joven Escuela Sevillana, que entre 1952 y 1958 realiza una profusa y variada actividad artística.
Concurre en 1953 a la II Bienal Hispanoamericana de los países del Caribe y en 1955 a la III Bienal de Barcelona. Participa en numerosas exposiciones colectivas, obteniendo entre otros premios el “Gonzalo Bilbao” del Ayuntamiento de Sevilla en 1958, la beca “Batolomé Esteban Murillo” de la Diputación de Sevilla en 1960 o la “Diego Velázquez” de la misma institución en 1962. Comienza así su andadura como gran viajero por toda Europa, Rusia o los EEUU.
En la Universidad Laboral de Sevilla ejerce la docencia durante más de 30 años y siendo presidente de la sección Bellas Artes del Ateneo Hispalense se le concede la Medalla de Oro de la Corporación y la Medalla de Oro del primer cincuentenario de la Cabalgata de Reyes Magos. Es académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, socio de Honor de del Excmo. Ateneo Hispalense y sus convecinos de Triana le nombran “Trianero de Honor” en 2005.
Ha realizado numerosas exposiciones personales en diversas ciudades españolas. Obras suyas se encuentran distribuidas en el Ayuntamiento y Diputación de Sevilla, en la Delegación de Cultura y Turismo de la Junta de Andalucía, en la sede de Amigos del Museo de BB.AA. de Sevilla, en el Ateneo de dicha ciudad, en el museo Zabaleta de Jaén o en el propio Ayuntamiento de Alájar, además de en numerosas colecciones privadas. El Ayuntamiento de la villa de Alájar, en reconocimiento a la labor cultural llevada a cabo en la misma y la difusión del nombre de Alájar por medio de su propia obra en la que tantas veces recoje rincones del pueblo, le nombra Hijo Adoptivo y le dedica la calle donde suele residir muchas temporadas.
Recientemente, en 2012, recibe un homenaje de los alajeños y el Ayuntamiento inaugura y rotula con su nombre en nuevo salón de actos de la Casa de la Cultura.
Benito Arias Montano (Fregenal de la Sierra 1527 - Sevilla 1598) Humanista
Del más ilustre de nuestros personajes se sabe que en 1555 compró terrenos en la Peña de Alájar, y allí creó su particular paraíso en la tierra. El eminente sabio dominó muchos de los saberes de su época, fue un magnífico orientalista, realizó una nueva redacción de la Biblia en griego, latín, hebreo caldeo y siriaco ; teólogo, poeta, filólogo y científico, ninguno de los saberes del nuevo Renacimiento escapaban a su curiosidad. Reunió el conocido como primer museo natural de España -su museolum- en la misma Peña. También fue coleccionista de obras de arte, objetos raros, monedas, minerales o instrumentos científicos. Su actividad política como consejero real de Felipe II le llevó a desempeñar cargos en Flandes, en El Escorial, y participó en el Concilio de Trento, además de otras misiones.
Pero siempre se acordó de su rincón paradisíaco al que añoraba volver y en el que permaneció en temporadas intermitentes: La Peña de Alájar que desde que él la acondicionó como espacio de retiro y estudio lleva su nombre.